Acabó la espera. El momento ha llegado. Amanece en Zamora y los primeros rayos de sol atraviesan los agujeros de la persiana. En mi cabeza no dejan de pasar imágenes con lo acontecido en esta Cuaresma, como si de una película se tratase.
Una Cuaresma donde no he dejado de escuchar y leer que si iba a llover durante casi toda la Semana Santa y que se iban a suspender muchas procesiones… Pero lo mejor es esperar y mirar al cielo cuando realmente toque.
La verdad es que ha sido (está siendo) una Cuaresma muy corta. Como cualquier otro año, vaya. Pero, a su vez, ha sido una Cuaresma algo larga ya que hemos tenido, como Asociación, un calendario repleto de actividades y, cuando llega el Jueves de Pasión, no hago más que respirar tranquilo. Ha llegado el momento de descansar… Bueno, la palabra “descansar” a lo mejor no es ahora la más correcta, pero sí que es el momento de despejar la cabeza.
Atrás quedaron meses de trabajo pues, ya en septiembre, comenzamos a hablar y organizar, pero siempre obtenemos un resultado de días para el recuerdo con momentos memorables. Hemos conocido a la cantera de la Semana Santa gracias al concurso de dibujo infantil (el primero que realizamos y, además, con muy buena calidad y repercusión) y aunque hemos pasado largas horas en la exposición, cada día descubríamos nuevos detalles de estos dibujos.
Todos los documentales realizados hasta la fecha se proyectaron otra vez para, posteriormente, estrenar uno nuevo. Y es que, en diciembre del pasado año, ya estaba organizando unas entrevistas para un reportaje que tendría como motivo celebrar una efeméride un tanto peculiar y que, posiblemente, no mucha gente se daría cuenta de ella. Hablo de cuando, en la Real Cofradía del Santo Entierro, salieron tres grupos procesionales de Jesús Nazareno. ¿Alguien se acuerda de aquellos cargadores que lo dieron todo en este Viernes Santo de 1988? He aquí mi homenaje.
Tampoco se pueden olvidar esos días de trabajo ideando, escribiendo, planificando, grabando y, finalmente, editando el spot. Fueron días de intensa faena, como también así lo fueron para preparar y organizar el Certamen de cornetas y tambores. Cada año más reconocido, pues es increíble que recibamos mensajes de bandas de otros puntos de la geografía española ofreciéndose para venir y tocar… ¡Incluso de Sevilla!
En fin, todo eso (y mucho más) ya acabó. Sólo queda recordarlo y comenzar ahora lo más esperado del año, una celebración que ha hecho que nosotros existamos: la Semana Santa.
Podría mencionar lo típico y lo que todo el mundo dice: que si los que se fueron a tierras lejanas, en estos días vuelven, que si ya huele a aceitadas y almendras garrapiñadas, que si las túnicas están preparadas, que si el Duero está más vivo que nunca… Pero todo eso me lo voy a ahorrar, ya que de sobra es conocido lo que sentimos los zamoranos en este primer día de la Pasión.
Lo mejor será que nos acerquemos hasta el arrabal de San Frontis y vivamos hoy, en lo más profundo de nuestros corazones, esta procesión popular con su devocional Cristico mientras le damos gracias por estar, un año más, frente a Él.
Texto y vídeo: Óscar Antón
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