Hoy se cumplen 150 años de la primera salida en procesión del paso "La Lanzada", también conocido como "Longinos" o "El Caballo de Longinos".
Por este motivo, nuestra socia Yanira Lorenzo ha escrito este texto dedicado al majestuoso grupo escultórico, obra de D. Ramón Álvarez.
Bajo la profunda mirada de la Madre vió como su Hijo moría poco a poco, cerrando lentamente los ojos, un soldado tenía una lanzada y con su caballo Longinos la clavó al costado.
Bajo la profunda mirada de la Madre vió el sufrimiento de su Hijo que, entre las lágrimas de dolor, se consumían en su interior todo el calvario que llegó a su fin, minuto a minuto, segundo a segundo, todos estaban al lado del Señor.
Bajo la profunda mirada de la Madre vió como su Hijo moría de amor hacia la eternidad, su reino no tiene principio ni final y de su muerte venció con victoria hacia la vida.
Allí estaba el soldado con el caballo, Longinos, y asombrado por lo sucedido, así dijo: en verdad era el Salvador.
Bajo la profunda mirada de la Madre recogió entre sus brazos a su Hijo que padecía en un profundo sueño, acurrucado entre los brazos de su madre dándole amor y cobijo,como cuando era pequeño. Sientiendo el latido del corazón de la madre al calor de su pecho.
Muy bonita la intención, aunque habría que obviar algún error. Como que el centurión no tenía ninguna lanzada (tendría una lanza, lanzada es la acción de atacar con lanza) y que Longinos no era el caballo, sino el centurion...
ResponderEliminarPor lo demás muy sentido.