martes, 30 de abril de 2019

La Tercera Caída

Yendo al Gólgota (Monte la Calavera) Jesús cayó por tercera vez cargando con la cruz de todos nuestros pecados. Años más tarde se convertiría en los excombatientes de la Guerra Civil, y años después se fundó una de las Cofradías más bellas de Zamora. Se llamaría, Nuestro Padre Jesús en su Tercera Caída.

Todo comienza con el rezo en la Iglesia de San Lázaro, para los que años antes hicieron posible nuestra Semana Santa. Y en especial a los caídos por la Guerra y por los fallecidos de la Cofradía de la Tercera Caída. Se abren las puertas y empiezan a salir a la calle la banda de Cornetas y Tambores, la Cruz de Yugos, la Corona de Espinas, la Despedida, Jesús Caído y por último la Virgen de la Amargura.


Qué bonito momento ver la calle del Riego repleta de gente, y a los tres pasos separados simplemente por unos metros, oyendo junto a cada paso su marcha.

Y entonces, todo se para cuando llega la procesión a la Plaza Mayor. Suena La Muerte no es el Final recordando a los caídos en el campo de batalla. Todo acaba cuando los pasos al son de Mater Mea (La Despedida), Nuestro Padre Jesús (Jesús Caído) y El Novio de la Muerte (Amargura) van entrando poco a poco al Museo de Semana Santa. Y los hermanos, en recompensa van recogiendo las flores del paso por todo el esfuerzo realizado durante la procesión y…

…Así acaba la tarde del Lunes Santo.


Texto: Jonathan Rodríguez
Foto: Marta Pastor

lunes, 29 de abril de 2019

La Cantera Entra en Jerusalem


Zamora amanece cada día con incertidumbre. Por un lado, pensando en la despoblación que, poco a poco, va devorando tanto a la capital como al resto de poblaciones que la componen. Por otro, imaginando cómo estaría la ciudad de hermosa si careciera de pintadas, si las placas y monumentos robados volviesen a su lugar de origen o si los edificios de la zona antigua no se cayesen a pedazos.

Los jilgueros cantan a los cuatro vientos que nuestra muralla se desvanece y las cigüeñas, mientras buscan alimentos para sus crías, se preguntan si no cabría la posibilidad de arreglar esas aceras de las Rúas, para que los zamoranos pudiesen pasear sin miedo a tropezarse.

Zamora amanece, día tras día, con indecisión. La falta de oportunidades provoca la salida dolorosa del familiar más cercano, temiendo que el regreso no suceda nunca. Los ciudadanos estamos tan absortos con ese demonio llamado “tecnología”, que apenas prestamos atención a nuestro río Duradero, que llora y observa, día tras día, cómo su querida Zamora se va desvaneciendo, sin que a nadie le preocupe.

Sin embargo, hay un día al año en que Zamora amanece con delirios. Un día en que, cuando el sol ilumina en su plenitud a la Bien Cercada, podemos gritar con júbilo que la ciudad está llena de esperanza.

El aroma que percibimos nos refleja una ilusión que respiramos con satisfacción. Las calles parecen estar recién construidas y el ambiente es el que tanto estábamos buscando durante el resto del año. Y es que hoy es, y mejor decirlo con mayúsculas, DOMINGO DE RAMOS.


Hoy es el día en que recordamos el momento en que Jesús entró triunfalmente en Jerusalem. Y lo hizo de la manera más noble que un hombre como él podía hacerlo, montado en una preciosa y absorta borrica, pues no deja de observar el delirio que la está rodeando.

Un delirio que observamos con una sonrisa de oreja a oreja, pues en la tarde del Domingo de Ramos nos damos cuenta de que en Zamora hay cantera. Pero sólo hay cantera si los adultos la tratamos bien y no la perdemos de vista. Y eso se hace con mimo, delicadeza y, sobre todo, no perdiendo la atención.

Estos niños, pues, ríen cuando saludan a sus amigos y compañeros, portan las palmas con júbilo y también observan el magnífico paso de Florentino Trapero con tal sonrisa que es imposible no emocionarse con ellos y por ellos.

Porque estos niños, los que hoy envuelven a Jesús y a la borrica, son el futuro de la Semana Santa y de la ciudad. Sí, ese futuro por el que estamos tan indecisos y preocupados. Es por eso que no podemos, no debemos, perderles de vista. 

Y junto a la algarabía de la tarde, se junta el repique de las campanas de la Iglesia de San Juan, formando así un dúo conmovedor. En su conjunto nos están avisando de que, en esta tarde de Domingo de Ramos, Jesús no entra en solitario en Jerusalem, sino que lo hace acompañado de todos los niños de la ciudad. Los mismos que le despiden en la puerta del Museo de Semana Santa, alzando y agitando palmas y ramos, diciendo “hasta la vista” o “hasta pronto”, de una manera tan sincera y cálida, que todos nos sentimos como ellos en este momento tan dulce. Ellos, verdaderamente, son la alegría y la esperanza de Zamora.

Texto: Óscar Antón
Foto: Horacio Navas

sábado, 27 de abril de 2019

¿Estamos? 1, 2… y 3

Después de mucho esperar llegó ese día que tanto ansiaba, 6 de abril, día de imposición de medallones y del traslado de las andas hasta la catedral. Ambas cosas en apenas dos horas. Justo una semana después, ya iniciada la Semana Santa le volvía a poner sobre mis hombros a él, al Jesús de Luz y Vida, por segundo año y primero ya como hermano de la cofradía.

Una vez terminada la procesión del Espíritu Santo y ya en casa cuento las horas para el que posiblemente sea uno de los días más felices de mi vida. Despierto y mis nervios están a flor de piel, avanzado un poco más el día, después de comer me pongo a ver varios videos de la procesión para calentar motores como quien dice. Los minutos pasan muy lentos en momentos así.

Es el momento, hora de partir rumbo a la plaza de la Catedral, lugar de reunión y previa merienda de cargadores, mis compañeros, mis amigos…. mis hermanos. Daniel, el jefe de paso, va pasando lista a la vez que nos colocamos por tallas; “Dos hombros, por favor” pensaba para mí mismo…. Y así fue, prácticamente mismo lugar que el pasado año en el que me estrenaba como cargador, fila interior izquierda en el medio. “Vamos entrando” dice Daniel. Miramos el cielo, parece que hoy nos respeta y la lluvia no hará acto de presencia. Entramos a la catedral por detrás y nada más cruzar la puerta me lo encuentro a él, al Jesús, sonrío.


Llegó la hora, los nervios siguen recorriendo mi cuerpo aunque no tanto como el año pasado que me temblaban las piernas. Foto previa de cargadores, nos colocamos en nuestra posición y… “¿Estamos? Una, dos…y tres. Avanzamos sin bailar”. Suenan los tambores, nuestro camino se inicia, nuestro día, pero también el de los que ya no están, a disfrutarlo.

Puerta del obispo, noto como a nuestro paso el silencio se va haciendo en sí. Nadie se atreve a romper ese silencio, tan solo el jefe de paso, “A la de tres al brazo, bajamos con cuidado y avanzamos”. Es un tramo duro, para mí de los peores ya que tienes que caminar agachado con el peso sobre tus brazos y a pasito corto pero finalmente logramos pasar el arco sin incidencias. Luego ya llega esa bajada con alguna que otra curva….. esa interminable bajada más bien diría yo, pero al final nos toca el momento del fondo más que merecido. Ya en la Avenida de Vigo el puente nos espera, tan solo para recibirnos a nosotros, uno de mis momentos favoritos, solamente estamos nosotros, con el paso, sin público, un momento íntimo, es bonito contemplar el paisaje desde aquí. La luz la llevamos nosotros a hombros y la vida a ambos lados del puente, con la naturaleza.

Ya la vuelta, en el atrio, a pocos metros de la puerta nos detenemos, este baile es para ti Daniel, es una pena tu retirada pero ha sido un enorme placer y un honor haber seguido tus órdenes. Nos despedimos abrazándonos por penúltima vez, la última será el sábado santo en la vigilia pascual. Y ahora sí, cerramos la panera una vez trasladadas las andas y nos abrazamos por última vez donde alguna lagrimilla hace acto de presencia, se terminó. Fue un honor compañeros. Nos volveremos a ver.

Gracias por llenarme de luz y de vida.

Texto: Víctor Garrido
Foto: Alba Prieto

viernes, 26 de abril de 2019

Vivencias

Se acerca la hora, después de una larga espera. El barrio del Espíritu Santo vuelve a prepararse para su noche, su momento intimo dedicado a su hermandad, acogiendo en el velo de la noche su particular abrigo.

Pero Zamora también se suma a este abrazo, en una noche en la que tantos zamoranos esperan recibir al cortejo procesional desde la iglesia románica de la barriada, y arropar a la hermandad Penitencial de Santísimo cristo del Espíritu Santo en su acto penitencial hasta la SI Catedral en esta “Primera noche”.

El tañido de las campanas de la iglesia se desliza, empujado por el viento, por el sillón de la reina ¡¡ya se escuchan!!!.....

Es el comienzo, el silencio lo inunda todo, y las filas de hermanos y hermanas comienzan a dibujar la serpenteante hilera alumbrada con las velas de los faroles.

Y, entre el gentío se encuentra un hermano que no desfilará esa noche “por fin huele a cera”… se dice a si mismo, acompañando a su hermandad, pero esta vez de manera distinta, desde la multitud, mezclado en las gentes que callan y observan con recogimiento la escena.

Siente una sensación extraña, después de varios años no acompañará a la hermandad, no sentirá sus pies fríos en las sandalias, no notará como le envuelve el olor a incienso ni el sonido de los tambores que acompañan al Cristo.


Pero sabe que es un hermano más, y así se siente cuando ve desfilar a sus hermanos y hermanas. Recuerda las veces en las que se dejaba perder debajo de la cogulla, absorto en sus pensamientos, cuando le devuelve a la realidad el ritmo marcado del Campanil, apresurado comenzando su camino.

Al igual que la ciudad entera, éste hermano se recoge ante los mismos sonidos. Los recuerdos se le agolpan, al recordar la primera vez que procesionó y el campanil se sentía tan de cerca que se podían notar cada aplique de campanas.

Aunque se encuentra fuera de las filas de hermanos y hermanas, puede sentir igual de intenso el olor a incienso, observando como se eleva el humo como plegaria al cielo. Puede oír igualmente las sandalias de sus hermanos arrastrarse en el suelo.

El silencio, tan propio, de la noche del viernes de Dolores, solo roto por el sonido de las carracas, lo puede notar como suyo, tan íntimo, tan cercano. Son los pequeños detalles que puede apreciar desde la acera como hacia años que no había vuelto a ver.


Ya llega el coro, sus voces se van escuchando cada vez mas cerca, nuestro hermano nota como se empieza a poner mas nervioso. Crux Fidelis. Él va entonando la melodía en su interior, con ritmo candente, como el andar de los hermanos del coro, plácido y sigiloso.

Por fin escucha los tambores, se acerca el Cristo, los grandes velones se asoman entre las cabezas de hermanos. Ahí lo vé, ve llegar la imagen del Santísimo Cristo del Espíritu Santo. Se queda absorto como si fuera un niño que lo ve por primera vez. Aún recuerda como le impactó la primera vez que, desde dentro de la iglesia y rodeado del humo de incienso, vio la imagen cuando formaban en parejas para salir hacia la calle.

La procesión terminó y nuestro hermano se quedó mirando a las ultimas filas de cofrades que se dirigían hasta la catedral, y pensó para él, que la experiencia había sido gratificante, no tanto como él esperaba, cierto, pero satisfecho por todo, porque a partir de este año, tendrá más oportunidades para acompañar a su hermandad, cuando de la mano le acompañe una persona muy especial.

Texto y fotos: Carlos Gutiérrez

miércoles, 24 de abril de 2019

Jueves, 11 de abril de 2019

O lo que es lo mismo, Jueves de Pasión, de Dolores o de Traslado. Pero, en resumen, no es un jueves cualquiera.

Y es que, al despertar, no eres consciente como todos los días, que día es, ni que hora. Pero segundos después abres los ojos recordando que hoy empieza, no, hoy es Semana Santa. Durante el día, intento llevar a cabo un día normal, pero la cabeza me da mil vueltas, o más bien mira hacia arriba, dirigiendo mi mirada al cielo, atento al tiempo. Parece que hoy no habrá problema.

Llega la tarde. El tiempo pasa despacio. Las siete y media tardan en llegar. A esa hora, me dirijo al otro lado del río, cruzo el Puente Nuevo, o Puente de los Poetas, como queráis llamarlo, pero a medio camino, me detengo, y contemplo nuestro paisaje, nuestra Catedral y su muralla. La Catedral tiene otro aspecto, sabe lo que viene, viene nuestra Semana, que se convierten en 10 días, donde ella será una gran protagonista.


Tras el “fondo”, dirección Iglesia de San Frontis, allí me esperan. De camino, un montón de gente se aglomera en la Avda. del Nazareno, regateando y adelantando consigo llegar a la Plaza. Una vez allí, habiendo encontrado a mis acompañantes, nos dirigimos al interior del templo, el cual, está hasta atrás, no importa, nos hacemos hueco. Contemplamos la imagen del Nazareno, su bello rostro. 

Son las ocho y media, todo parece indicar que el desfile va a comenzar. Nos vamos fuera a disfrutar de uno de los momentos, para mí, mas bonitos de nuestra Semana Santa. No es para menos, ese momento en el que las puertas de este pequeño templo se abren, empieza a asomar la mesa de este Nazareno y, por último, la banda de Nacor Blanco hace sonar el himno de España. Justo en ese momento podemos afirmar, ahora sí: ¡ESTAMOS EN SEMANA SANTA!

El Nazareno ya está en la calle, la emoción de la gente allí presente, también. “El Mozo” comienza su caminar, suena su marcha “Nazareno de San Frontis”, de Carlos Cerveró. Antes de ponernos nosotros en camino, esperamos a ver a la imagen acabar de subir esa cuesta, y así, también, asimilamos el momento.


Una vez fuera, nos ponemos en camino, si nos dejan, son momentos de encuentro, “otro año más”, “ya estamos aquí otra vez”, se repiten continuamente. Queremos ver la procesión, antes de meternos en ella. La abre el famoso Barandales, el único que lleva túnica en esta tarde, tras él, la pequeña cruz parroquial. Dentro del desfile, centenares de personas, que con vela o sin ella, acompañan la subida del Nazareno a la Catedral. De estos centenares, muchos niños, acompañados por padres o abuelos, que probablemente sea su primer desfile.

Recorremos la Avenida con mismo nombre que la imagen, la larga avenida, antes de llegar al Puente de Piedra, para subir la larga Cuesta del Pizarro. Pero no se porque, curiosamente, en Semana Santa esta subida, se me hace mucho más amena. No sé si es el escuchar la marcha “Crucifixión” o simplemente por el ir al lado del Nazareno, empatizando con el esfuerzo de los cargadores.

Una vez arriba, los cargadores respiran, yo respiro. Hay fondo. Momento en el que el Nazareno es fotografiado incontable numero de veces. No es por menos, el fondo del arco o de la Iglesia de San Ildefonso es ideal. 


Volvemos a la carga, ya no queda nada, nos vamos acercando ya a la Catedral, vuelve a sonar “Nazareno de San Frontis”, los cargadores no tienen prisa, como si mañana no se madrugase, pero este es el ritmo, este es el paso, el ritmo que marca la música. Despacio. El Nazareno anda solo hasta el atrio, donde con el himno nacional se pone fin a este traslado procesional, y con él, el Jueves de Pasión. Pero no sin antes entrar a la Catedral. Las cosas hay que hacerlas del todo. Una vez dentro, donde la Virgen de la Esperanza ya espera, para escuchar el Evangelio junto al Nazareno.

Una vez finalizado, nos dirigimos hacia casa. Reventado. Pero no pasa nada, esto acaba de empezar y, por ello merece la pena.

Texto y fotos: Julián Hernández

lunes, 22 de abril de 2019

El Zamora CF conoce la Semana Santa de la mano de Luz Penitente

El pasado Miércoles Santo, los jugadores de la primera plantilla del Zamora C.F. se acercaron hasta el Museo de Semana Santa para conocer su historia o los pasos más emblemáticos que durante estos días toman las calles de Zamora.

Zamora News

Para ello, la Asociación Luz Penitente fue la encargada de realizar esta visita guiada con Barandales incluído. Una mañana interesante y amena donde tanto jugadores como técnicos han disfrutado y aprendido sobre la semana de Pasión zamorana.



Zamora 24 Horas

jueves, 11 de abril de 2019

Ya llega la Semana Santa

11 de Abril, 2019. Y ya llega la Semana Santa de nuevo. Ya se escuchan las campanas del Barandales resonando por las calles, y el olor de las garrapiñadas inunda la ciudad.



Ya llega la Semana Santa, y con ella, sacar las túnicas guardadas en alcanfor, perfumando la casa entera y ocupándola con el resto de enseres. Terciopelo, estameña, cíngulos y decenarios, pañuelos, las medallas, y tantos otras prendas que preparar para cada salida procesional. 

Ya llega la Semana Santa. Ya lo auguraban los conciertos, Triduos, Quinarios, Novenarios y demás actos que embellecían la cultura zamorana durante este último mes. 

Y los reencuentros. Los reencuentros de zamoranos por el mundo que vuelven un año más para vivir su Semana. Los reencuentros de familiares que, aunque estas Navidades no se pudieron ver, comerán sopas de ajos juntos este Viernes Santo.

Mientras llegan esos momentos, ya está aquí la Semana Santa, ya está el Mozo, el Nazareno de San Frontis, preparado para subir hacia la que será su casa hasta el Martes Santo, acompañado por tantos y tantos zamoranos que, después de un largo año de espera, vuelven a escuchar los acordes de pasión, vuelven a sentir la piel de gallina, vuelven a llorar y a pedir al ver pasar la imponente figura de este Cristo en púrpura. 

Ya está aquí, y nuestros 5 sentidos lo saben, la Semana Santa de Zamora.


Texto y fotos: Gema Llamero

miércoles, 10 de abril de 2019

Visitas Guiadas al Museo, 2019

Finalizamos otra Cuaresma con nuevas visitas guiadas al Museo de Semana Santa para niños y escolares. Cada vez son más los coles que se suman a esta actividad que comenzamos en 2013. Este año, nos hemos estrenado con el Colegio Corazón de María y con los niños de Catequesis de la Parroquia de San Lázaro. 


Tras el Museo, y siempre que haya sido posible, continuábamos la visita en la Casa del Cofrade del Santo Entierro. Agradecemos a la Cofradía y en especial a David, su Cotanero, por abrirnos siempre las puertas.

Además, no podemos olvidar la visita que le ofrecimos a la Banda Soledad y Angustias de León, el mismo día del Certamen.


lunes, 8 de abril de 2019

Luz Penitente en las Casas de Zamora

Luz Penitente ha estado presente, un año más, en el Pregón de la Semana Santa de la Casa de Zamora de Madrid. Nuestros carteles y calendarios fueron recogidos por decenas de personas que presenciaron ayer del pregón de D. Luis Felipe Palacios. Además, los DVD´s de "Los Documentales de Luz Penitente" también llegaron hasta la capital española.

Nuestros carteles en el Pregón de la Semana Santa de Zamora en Madrid.

Por otro lado, en la Casa de Zamora de Valladolid no sólo estuvieron los carteles o calendarios, también pudieron disfrutar los socios de nuestro spot de la Semana Santa del presente año y de algunos capítulos de "Sucedió en Viernes Santo".

Un momento de la proyección del spot en la Casa de Zamora de Valladolid.



viernes, 5 de abril de 2019

Luz Penitente en Roma

La promoción de la Semana Santa fuera de Zamora siempre ha sido una de las principales apuestas de Luz Penitente desde su fundación. Este año, nuestros carteles han llegado (además de zonas cercanas como Villaralbo o Peleas de Abajo), a lugares como Salamanca, Valladolid, Vigo, Madrid, Granada, Sevilla, Málaga, San Fernando (Cádiz)... y este año hemos llegado a Roma.


Y así, por segunda vez, nuestro cartel alcanza tierras extranjeras (la primera fue en 2013, cuando llegamos a Londres)

Por otro lado, recordar que nuestro spot se puede seguir viendo en Multicines Zamora, antes de las películas "Dumbo" y "Cómo Entrenar a tu Dragón 3"

miércoles, 3 de abril de 2019

Galería de Fotos VII Certamen Francisco Carricajo (ACTO CENTRAL)

Disfruta de nuestra segunda parte de la galería de fotos del VII Certamen de Cornetas y Tambores Francisco Carricajo, celebrado el pasado domingo 24 de marzo. Hoy os ofrecemos más de 50 imágenes del acto central.




Fotografías de Déborah González.
Puedes ver la galería de fotos pinchando AQUÍ.
Para ver las fotos del pasacalles, pincha AQUÍ.

martes, 2 de abril de 2019

Galería de Fotos VII Certamen Francisco Carricajo (PASACALLES)

Disfruta de nuestra primera parte de la galería de fotos del VII Certamen de Cornetas y Tambores Francisco Carricajo, celebrado el pasado domingo 24 de marzo. Hoy os ofrecemos más de 50 imágenes del pasacalles previo al acto central. Mañana, una nueva tanda de fotos.



Fotografías de Déborah González.
Puedes ver la galería de fotos pinchando AQUÍ.