Este año el tema de la
meteorología era incierto, cada comentario o página de internet que
consultábamos decía una cosa... Al final, gracias a Dios, hemos
disfrutado de una gran Semana Santa como hacía años no lo hacíamos. Salieron todas las procesiones, tuvimos sol y calor y
los turistas llenaron nuestra querida Zamora.
JUEVES, 10 DE ABRIL:
Cofradía de Jesús del
Vía Crucis, Traslado del Nazareno.
Otro año más, con la
misma impaciencia de siempre, los zamoranos nos agolpamos en las
aceras para disfrutar de lo que ya sentimos como la primera procesión
del año. Estamos deseosos de oír los primeros sonidos, oler las
primeras velas y, sobre todo, ver al Nazareno de San Frontis arropado
en su mayoría por sus vecinos. Este año con una tarde buena en
lo meteorológico, los vecinos volvían a acompañarlo hasta la
Catedral donde un año más esperará para bajar acompañando a la
Virgen de la Esperanza el Martes por la tarde.
VIERNES, 11 DE ABRIL:
Hermandad Penitencial del
Stmo. Cristo del Espíritu Santo.
En una noche fresca, salía
a la calle la Hermandad del Espíritu Santo subiendo hacia la
catedral. Con sus faroles o varas para los más pequeños, los
hermanos acompañaban todos los elementos que componen la procesión.
El campanil, el incensario, las carracas, el coro cantando durante el
recorrido y, cómo no, el maravilloso Cristo del Espíritu Santo
iluminado con sus velas. Llegados a la Catedral, después de la
lectura de la Pasión de Nuestro Señor, el coro interpreto el
“Christus Factus Est”. Poniéndose otra vez la procesión en
marcha para regresar al templo de salida.
SABADO, 12 DE ABRIL:
Hermandad Penitencial de
N. S. Jesús de Luz y Vida.
En una tarde Soleada salió
de la Catedral la Hermandad de Jesús de Luz y vida, como el último
cuarto de siglo, para homenajear a los que ya no están con
nosotros. Este año hubo más suerte que el anterior y la hermandad
sí pudo realizar la ofrenda en el cementerio. Durante la ofrenda
actuaron el cuarteto musical y el coro de la Hermandad interpretando
“De Profundis”. Al finalizar el acto retornaron hacia la
Catedral.
DOMINGO, 13 DE ABRIL:
R.C. de Jesús en su
Entrada Triunfal en Jerusalén. “La Borriquita”.
Este año a las 17:30, tras
la Bendición de las palmas por el capellán, “la Borriquita”
salía del museo acompañada por todos los niños y niñas de Zamora
bajo un sol maravilloso, al contrario de lo que sucedía el año
anterior. El recorrido, como siempre, estuvo lleno de alegría
por los pequeños que en su mayoría desfilan por primera vez en esa
procesión, cantera de Cofrades. El momento que seguro a la mayoría
le parece más bonito, es la entrada del paso al museo con las palmas
de los niños en alto y la alegría de estos en lo más alto también.
Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte.
LUNES, 14 DE ABRIL:
Hermandad de Jesús en su
Tercera Caída.
Este año, al contrario que
el anterior, el cielo se presentó con un sol espléndido y la cofradía
volvió a subir por el Riego hacia la Plaza Mayor para rendir
homenaje a los fallecidos. Pudimos volver a sobrecogernos
en la plaza con la entrada de la banda de cornetas y tambores de la
cofradía. Las cruces, incluida la de yugos y la corona, los tres
pasos enfilando la Plaza Mayor juntos, como si fueran de la mano, al
son de la música y con el homenaje militar con el himno “La
muerte no es el final” interpretado por los hermanos.
Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte.
A las doce de la noche,
puntual como siempre, comenzó a desfilar esta hermandad para
dirigirse a la plaza de Santa Lucía donde el coro de la Hermandad
entonó el conocido “Jerusalem, Jerusalem” en honor al Stmo.
Cristo de la Buena Muerte. Retornando al templo de salida, no sin
antes dejar momentos inolvidables por las estrechas calles por las
que pasa. Uno de los momentos más inolvidables es ver este magnífico
Cristo pasar por el arco de Doña Urraca.
*Textos: Alberto Machado
Fotos: Óscar Antón
*Textos: Alberto Machado
Fotos: Óscar Antón
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