Es Domingo de Resurrección, en el ámbito religioso un día feliz, Jesucristo ha vuelto a la vida. En el ámbito semana-santero, un día triste…salvo este año que en esta segunda Semana Santa atípica es un día alegre, pues estos días los cuales hemos vivido sin procesiones han terminado al fin, a pesar de, en comparación con el año pasado, este hemos podido salir a la calle, acudir a los actos de nuestras cofradías y contemplar a nuestras imágenes de devoción……pero no es lo mismo.Si todo va bien solo quedarían 365 días para volver a vivir esos momentos que tanto nos gustan y añoramos.
Porque cuando volvamos….
Cuando volvamos, el Nazareno de San Frontis será el primero en contemplar cómo está su Zamora. Llena hasta la bandera. Para contemplarle únicamente a él.
Cuando volvamos, nos harán falta más de una pipelera para la espera. Pues querremos estar en los mejores sitios desde bien temprano.
Cuando volvamos, los músicos y coros tocarán y cantarán con tantas ganas que resonarán en cada punto de la ciudad.
Cuando volvamos, nos fundiremos en un abrazo con nuestros seres queridos, hermanos de paso, compañeros….
Cuando volvamos, las duras cargas nos parecerán una caricia de tanta fuerza con la que nos colocaremos debajo de nuestros pasos.
Cuando volvamos, el miércoles santo será el día en el que toda la ciudad jurará guardar silencio, únicamente roto por los clarines y tambores de la cofradía. Mientras que el viernes santo, nuestro himno, Thalberg, hará que se nos erice la piel como nunca antes lo habíamos experimentado.
Cuando volvamos, de nuevo aparecerán esos olores tan característicos…. a almendras, a incienso, a velas….. Volveremos en martes santo a asustarnos cuando los cofrades de las Siete Palabras hagan sonar los bombos destemplados cuando menos lo esperemos.
Volverá la Catedral a retumbar con el “Christus”, “Jerusalem” en Santa Lucía, Viriato con el “Miserere” o “La muerte no es el final” en la Plaza Mayor.
Como veremos el cielo de la noche del sábado santo tan iluminado como si de cinco mil estrellas juntas se tratase, gracias a todas aquellas damas. Mientras que el jueves santo, la fachada de la mismísima catedral se verá reflejada de verde.
Y sobre todo, como podremos ver el sonreír de nuestra cantera como nunca, esos pequeños y pequeñas tan felices en su día, el Domingo de Ramos.
Cuando volvamos aprovecharemos cada segundo de esos fantásticos días.
Cuando volvamos será especial. Será nuestra Semana Santa. Será la mejor de todas.
Pero todo….cuando volvamos.
Porque volveremos, esperemos más pronto que tarde, pero lo haremos. Esta pesadilla de virus no nos va a vencer. Volveremos a nuestras tradiciones, nuestras emociones, nuestras sonrisas, nuestras lagrimas… nuestra normalidad. Pero sobre todo el próximo año que podamos admirar nuestras procesiones podemos estar seguros que será el año más especial de todos. Porque hemos pasado días de soledad, de angustia, de amargura pero sobre todo esperanza por que esto termine de una vez, pero lo superaremos.
¡Volveremos. Semana Santa 2022 te estamos esperando!
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