Por esta razón, la Asociación Luz Penitente, se reunió hace unos meses para intentar celebrar este acto en Zamora, pues es una ciudad que creemos necesita más jornadas de este tipo.
Ante la negativa de llevar el proyecto adelante, queremos publicar en nuestro blog esa idea que tuvimos para compartirla con todos vosotros y, al menos, rendirle un homenaje a ese Año de la Fe.
Recorrido:
En la Plaza Mayor, donde el Ayuntamiento, se colocaría un pequeño altar para la oración. Los pasos salen del Museo de Semana Santa dirección a la Calle Ramos Carrión.
Estacionan a lo largo de la calle y, cuando da comienzo el rezo de la Estación, el paso correspondiente entra a la Plaza Mayor hacia el Ayuntamiento a ritmo de procesión. Una vez finalizada la oración, el paso gira para dirigirse al Museo y, acto seguido, entraría en escena la siguiente Estación.
Estaciones:
Como a Zamora le falta una imagen para coincidir en todas las Estaciones (sólo dispone de dos caídas, faltaría una), las hemos modificado ligeramente. Así pues, añadiríamos una nueva que pasaría a ser la Primera Estación: “Jesús es traicionado por Judas”. Para las Estaciones utilizaríamos imágenes y pasos procesionales de nuestra Semana Santa y, si es posible su traslado, de otros municipios pertenecientes a la Diócesis zamorana. Queremos darle protagonismo, también, a las imágenes que no desfilan en la actualidad. El resultado final vendría a ser el siguiente con todas las opciones:
I.
Jesús
es Traicionado por Judas:
· El Prendimiento (Miguel Torija, 1898), de la Cofradía de la Santa Vera Cruz.
· El Prendimiento (Miguel Torija, 1898), de la Cofradía de la Santa Vera Cruz.
Foto: Juan Manuel Lorenzo |
V- Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R- Porque por tu Santa Cruz redimiste al
mundo.
Ha llegado la hora, y el Hijo del hombre es
entregado. En aquel instante llegó Judas, uno de los doce, y con él un tropel
de espadas y garrotes, el traidor les había dado la señal, “A quien yo besare,
ese es” – ¿Con un beso entregas al hijo del hombre? Entonces Simón Pedro sacó
una espada e hirió a un siervo, Malco. Jesús mandó parar y tocándole la oreja
le curó.
¡Jesús mío, que aceptaste la voluntad del
Padre por nosotros, ten piedad y misericordia de nosotros!
II.
Jesús
es Condenado a Muerte:
· Ecce Homo (Gil de Ronza, 1522) o
· La Sentencia (Ramón Núñez, 1926), ambas de la Cofradía de la Santa Vera Cruz.
· Ecce Homo (Gil de Ronza, 1522) o
· La Sentencia (Ramón Núñez, 1926), ambas de la Cofradía de la Santa Vera Cruz.
Foto: Juan Manuel Lorenzo |
V- Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R- Porque por tu Santa Cruz redimiste al
mundo.
Con las manos atadas, como un criminal, Jesús
que es la inocencia y la santidad misma, está ante el infame juez que pronuncia
la sentencia.
Jesús, fuente de vida, es condenado a muerte.
El Hijo de Dios, Juez supremo de vivos y muertos, escucha su condena de labios
del hombre pecador. Ante tamaña monstruosidad tiemblan los cielos y se
estremece la tierra… Y ¿es posible que el alma cristiana permanezca
indiferente? ¿Qué hacer por un Dios que muere por nuestro amor? ¿Cómo le
podemos pagar un amor tan grande y excesivo? ¡Nuestra ingratitud es la sentencia
con la que cada día le condenamos de nuevo a muerte!
¡Jesús mío, que quisiste ser condenado a
muerte por nuestro amor, ten piedad y misericordia de nosotros!
III.
Jesús
carga con la Cruz:
· Nazareno de San Frontis (atribuido a Gaspar de Acosta, s. XVI), de la Cofradía del Vía Crucis o
· Nazareno de la Vera Cruz (anónimo, s. XVII), de la Cofradía de la Santa Vera Cruz o
· Nazareno (Ramón Álvarez, s.XIX), de la Cofradía Jesús Nazareno de Villaralbo.
· Nazareno de San Frontis (atribuido a Gaspar de Acosta, s. XVI), de la Cofradía del Vía Crucis o
· Nazareno de la Vera Cruz (anónimo, s. XVII), de la Cofradía de la Santa Vera Cruz o
· Nazareno (Ramón Álvarez, s.XIX), de la Cofradía Jesús Nazareno de Villaralbo.
R- Porque por tu Santa Cruz redimiste al
mundo.
Sobre las espaldas llagadas, sobre aquellos
hombros doloridos y rasgados, colocan sin compasión el pesado madero de la
Cruz.
Jesús es llevado por la Vía Dolorosa, como
oveja que va al matadero; así es conducido a la muerte nuestro adorable
Redentor. Ha perdido tanta sangre en los anteriores tormentos, y está tan
acabado, que la natural flaqueza apenas le permite tenerse en pie.
Mírale cubierto de heridas, con el haz de
espinas sobre la cabeza, con el pesado madero sobre los hombros llagados, y con
un verdugo que le tira de una cuerda atada al cuello.
Nosotros, a la vez que contemplamos a Cristo
cargado con la cruz, oigamos su voz que nos dice: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz
cada día, y sígame».
¡Jesús mío, cargado con la cruz de nuestros
pecados para liberarnos de ellos, ten piedad y misericordia de nosotros!
IV.
Primera
Caída:
· La Caída (Ramón Álvarez, 1878), de la Cofradía de Jesús Nazareno Vulgo Congregación.
· La Caída (Ramón Álvarez, 1878), de la Cofradía de Jesús Nazareno Vulgo Congregación.
Foto: Guillermo Merino |
V- Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R- Porque por tu Santa Cruz redimiste al
mundo.
Jesús, rendido por el cansancio y los
terribles dolores que el peso de la cruz le causa en la heridas del hombro y
espaldas, apenas puede andar El verdugo le tira de la soga que lleva al cuello,
tropieza, pierde el equilibrio, y el Salvador del mundo cae al suelo.
Se sucedieron los golpes e imprecaciones de
los soldados, las risas y expectación del público. Jesús, con toda la fuerza de
su voluntad y a empellones, logró levantarse para seguir su camino.
Jesús, nos enseña que nosotros también
podemos caer, y que hemos de comprender a los que caen; ninguno debe quedar
postrado; todos hemos de levantarnos con humildad y confianza buscando su ayuda
y perdón.
¡Jesús mío, que sucumbiste bajo el peso de
nuestros pecados para expiarlos, ten piedad y misericordia de nosotros!
V.
Jesús
Encuentra a su Madre:
Cualquier Dolorosa encajaría a la perfección en esta Estación, destacando:
· Virgen de la Amargura (Ramón Abrantes, 1959), de la Hermandad de Jesús en su Tercera Caída o
· Virgen de las Espadas, de la Cofradía de Nta. Madre de las Angustias.
Cualquier Dolorosa encajaría a la perfección en esta Estación, destacando:
· Virgen de la Amargura (Ramón Abrantes, 1959), de la Hermandad de Jesús en su Tercera Caída o
· Virgen de las Espadas, de la Cofradía de Nta. Madre de las Angustias.
Foto: Juan Manuel Lorenzo |
V- Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R- Porque por tu Santa Cruz redimiste al
mundo.
La Virgen Santísima sabía por las Escrituras
la clase de muerte que había de sufrir su amantísimo Hijo, y ese conocimiento
fue la espada de dolor que le predijo Simeón atravesaría su santísima alma,
espada que llevó clavada en el ecorazón durante toda su vida. Pero en aquel
momento en que oyó que los inicuos jueces lo había condenado y que lo llevaban
a crucificar al Calvario, ¡quién podrá expresar lo que sintió en lo más
profundo del alma cuando instantes después lo encuentra bajo la cruz camino del
Calvario?
¡Oh Virgen dulcísima! ¡Oh Madre amantísima!
¡jesús mío, por el encuentro con vuestra
Madre en el camino del Calvario, ten piedad y misericordia de nosotros!
VI.
El
Cirineo ayuda a cargar con la Cruz:
· Redención (Mariano Benlliure, 1931), de la Cofradía de Jesús Nazareno Vulgo Congregación.
· Redención (Mariano Benlliure, 1931), de la Cofradía de Jesús Nazareno Vulgo Congregación.
R- Porque por tu Santa Cruz redimiste al
mundo.
A Jesús le había condenado a que llevase él
mismo la cruz, pero en mitad del camino, y tras la primera caída, le ven tan
exhausto, que los soldados creen que si no le ayudan a llevarla, se les morirá
por el camino. Entre los espectadores ven a Simón e Cirineo que venía de los
trabajos del campo, y le obligan a cargar con la cruz. No le ayudan por
compasión, sino por el ansia que tenían de verle crucificado.
¡Jesús mío, que nos invitas a participar en
vuestra cruz, ten piedad y misericordia de nosotros!
VII.
Verónica
limpia el rostro de Jesús:
· La Verónica (Ramón Álvarez, 1885), de la Cofradía de Jesús Nazareno Vulgo Congregación.
· La Verónica (Ramón Álvarez, 1885), de la Cofradía de Jesús Nazareno Vulgo Congregación.
Foto: Jenny Sánchez |
V- Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R- Porque por tu Santa Cruz redimiste al
mundo.
Jesús cargado con la cruz no puede impedir
que le roce en la corona de espinas y que estas le causen terribles dolores en
la cabeza. La sangre, sudor y polvo le corre por el rostro y hasta se le mete
en los ojos. Entonces una valiente mujer llamada Verónica, viéndole en aquel
estado se conmovió y acercándose con valentía limpió el rostro del Salvador con
su pañuelo. Jesús le devolvió el favor imprimiendo en él la imagen de su
rostro.
¡Jesús mío, que quisisteis ser humillado y
afeado con inmundos salivazos para expiar nuestro orgullo, ten piedad y
misericordia de nosotros!
VIII.
Jesús
consuela a las mujeres de Jerusalén:
· Nazareno (Antonio Pedrero, 1999), de la Cofradía de Jesús Nazareno Vulgo Congregación.
· Nazareno (Antonio Pedrero, 1999), de la Cofradía de Jesús Nazareno Vulgo Congregación.
Foto: Jenny Sánchez |
V- Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R- Porque por tu Santa Cruz redimiste al
mundo.
Seguía a Jesús una gran muchedumbre de pueblo
y de mujeres que se golpeaban el pecho y lloraban. Volviéndose hacia ellas,
Jesús les dijo: «Hijas de
Jerusalén, no lloréis por mí. Llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos…»
Las mujeres lloraban… ¡Oh, Jesús! ¿Y qué
corazón más duro que las piedras, no se conmoviera y llorara si os viera en
aquel lamentable estado?
Aquellas mujeres lloraban, aún creyéndoos
culpable, porque vuestro estado era tal que aunque fueseis criminal eráis digno
de compasión.
¡Jesús mío, que consolasteis a las mujeres de
Israel que llorando os seguían, ten piedad y misericordia de nosotros!
IX.
Jesús
cae por tercera vez:
· Jesús en su Tercera Caída (Quintín de Torre, 1947), de la Hermandad de Jesús en su Tercera Caída.
· Jesús en su Tercera Caída (Quintín de Torre, 1947), de la Hermandad de Jesús en su Tercera Caída.
Foto: Juan Manuel Lorenzo |
V- Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R- Porque por tu Santa Cruz redimiste al
mundo.
Cuando ya faltaban pocos metros para llegar
al lugar de la crucifixión, Jesús está tan fatigado que ya no puede más. Los
verdugos que estaban ansioso de verlo cuanto antes colgado de la cruz, le insultan,
le empujan y le llenan de improperios para que camine, pero el Señor
desfallecido, cae al suelo por tercera vez. Había mantenido su decisión de
secundar los planes de Dios, a los que servían los planes de los hombres.
Los Soldados en lugar de compadecerse de Él,
le insultan y, entre risas, burlas y blasfemias le obligan a levantarse y a
caminar hasta llegar al lugar de la muerte.
¡Jesús mío, que sucumbiste por tercera vez al
pensar en nuestras ingratitudes, ten piedad y misericordia de nosotros!
X.
Jesús
es despojado de sus vestiduras:
· La Desnudez (José Mª Garrós, 1901), de la Cofradía de Jesús Nazareno Vulgo Congregación o
· La Desnudez (Manuel de Borja, s. XVII), de la Cofradía del Santo Entierro de Benavente.
· La Desnudez (José Mª Garrós, 1901), de la Cofradía de Jesús Nazareno Vulgo Congregación o
· La Desnudez (Manuel de Borja, s. XVII), de la Cofradía del Santo Entierro de Benavente.
Foto: Horacio Navas |
V- Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R- Porque por tu Santa Cruz redimiste al
mundo.
Habiendo llegado al lugar de la crucifixión,
el jefe de los soldados ordena que le desnuden. Pero para desnudarlo, antes
tienen que quitarle la corona de espinas, que le arrancaron sin compasión.
Luego tratan de quitarle las vestiduras, pero éstas estaban pegadas a las
heridas que le cubrían todo el cuerpo. Los verdugos se las arrancan sin la más
mínima delicadeza.
¿Quién podrá calcular el dolor que sentiría
el Señor al arrancarle la ropa pegada a las heridas? Jesús envuelto en un mar
de sufrimientos, manando sangre por todo el cuerpo, desnudo a la vergüenza del
populacho, no puede tenerse en pie.
¡Jesús mío, despojado de vuestras vestiduras para
expiar nuestras inmodestias y sensualidades, ten piedad y misericordia de
nosotros!
XI.
Jesús
es clavado en la cruz:
· La Elevación de la Cruz (Aurelio de la Iglesia, 1900), de la Cofradía de Jesús Nazareno Vulgo Congregación.
· La Elevación de la Cruz (Aurelio de la Iglesia, 1900), de la Cofradía de Jesús Nazareno Vulgo Congregación.
Foto: Óscar Antón |
V- Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R- Porque por tu Santa Cruz redimiste al
mundo.
Ha llegado el momento supremo. Jesús es
tendido en la cruz y aquellas fieras, más que hombres, que le rodean,
atraviesan sus manos y sus pies, con gruesos clavos que taladran sus carnes
produciéndole un inmenso dolor.
Considera alma mía el dolor que sufriría
Jesús con semejante tormento. Si una picadura de alfiler nos duele tanto,
¡cuánto sufriría Él, que no con alfileres sino con gruesos clavos le atraviesan
manos y pies, miembros llenos de nervios, músculos y venas, que son lon mas
sensibles al dolor!
¡Oh mi buen Jesús! ¿Estáis todavía vivo? Pues
¿cómo podéis soportar voluntariamente tan acerbisimos dolores?
¡Jesús mío, clavado en la cruz para expiar nuestras
iniquidades, ten piedad y misericordia de nosotros!
XII.
Jesús
muere en la cruz:
· Cristo de La Laguna (Gil de Ronza, 1522), de la Cofradía de la Santa Vera Cruz.
· Cristo de La Laguna (Gil de Ronza, 1522), de la Cofradía de la Santa Vera Cruz.
Foto: Jenny Sánchez |
V- Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R- Porque por tu Santa Cruz redimiste al
mundo.
Jesús, Rey del universo, sin más símbolo de
su poder que una corona de espinas, desnudo, chorreando sangre, con las manos
abiertas como queriendo abrazar al mundo entero, sin más apoyo que tres clavos
donde descansa el peso del cuerpo haciendo insoportable el dolor de las
heridas, pasa tres horas interminables sufriendo indecibles tormentos.
Jesús expira… tiembla la tierra, se oscurece
el sol, pártense las piedras, los muertos resucitan; sólo el hombre, más
insensible que la naturaleza, permanece indiferente ante la muerte del Creador.
Con la muerte de Jesús tiembla y se estremece el universo entero.
¡jesús mío, muerto en los brazos de la cruz
para abrirnos las puertas del Paraíso, ten piedad y misericordia de nosotros!
XIII.
Jesús
es descendido de la cruz:
· El Descendimiento (Ramón Álvarez, 1859) o
· El Descendido (Mariano Benlliure, 1879) de la Real Cofradía del Santo Entierro.
· El Descendimiento (Ramón Álvarez, 1859) o
· El Descendido (Mariano Benlliure, 1879) de la Real Cofradía del Santo Entierro.
Foto: Jenny Sánchez |
V- Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R- Porque por tu Santa Cruz redimiste al
mundo.
José de Arimatea y Nicodemo le bajaron de la
cruz y le pusieron delicadamente en los brazos de su Madre… La Virgen lo abraza
y lo besa con indecible ternura y amor. No odia a los judíos que lo mataron.
Ella sabe muy bien que no fueron ellos quienes le quitaron la vida, pues
recordaba las palabras de su hijo Jesús: «Yo doy mi vida; nadie me la
quita sino que Yo mismo la doy de mi propia voluntad…»
A Jesús nadie lo hubiera matado si Él no ubiera querido; su muerte fue
voluntaria, por nuestro amor, y la Virgen lo sabia.
Ayudadme, Virgen Santísima; ayudadme a
corresponder a su amor y a no querer nada en el mundo más que agradarle y serle
fiel.
¡Jesús mío, que dispusisteis que vuestro
cuerpo fuese depositado en los brazos de vuestra Madre Dolorosa, ten piedad y
misericordia de nosotros!
XIV.
Jesús
es sepultado:
· La Urna con el Cristo de Aurelio de la Iglesia (1898), de la Real Cofradía del Santo Entierro.
· La Urna con el Cristo de Aurelio de la Iglesia (1898), de la Real Cofradía del Santo Entierro.
Foto: Archivo Histórico Provincial de Zamora |
V- Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R- Porque por tu Santa Cruz redimiste al
mundo.
José de Arimatea regala a Jesús su sepultura.
La Virgen le da el último adiós y deja que lo sepulten. Las mujeres corren a
comprar aromas. Y Juan, obediente a Jesús lleva la Virgen a su casa. Pero María
aquella noche no duerme…
La Santísima Virgen es nuestra Corredentora,
porque sabiendo que su Hijo entregaba su vida voluntareamente, Ella acepta que
la entregue, y aunque eso le causa un inmenso dolor, también lo acepta y,
uniendo sus sufrimientos a los de su Hijo, todo lo ofrece al Padre, para la
gloria de Dios y por nuestro bien.
¡Jesús mío, encerrado primero en el sepulcro y ahora en
el Tabernáculo, ten piedad y misericordia de nosotros!
Que bonito .😍
ResponderEliminarQue bonito.las estaciones del vía Crucis😍
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