2015 es un año para recordar, pues la
Semana Santa de Zamora ha sido declarada con el título de Bien de
Interés Cultural y qué mejor que el Lunes Santo para mostrarle al
mundo que merecemos tal reconocimiento.
Primero, por la tarde, la Hermandad de Jesús en su Tercera Caída demostró porqué es una de las Cofradías favoritas de muchos zamoranos: La elegancia de sus túnicas, la maestría de los pasos, la profesionalidad de Coomonte, la belleza de las marchas fúnebres... y “La Muerte no es el Final”. La única pega, quizá, sea el peligro de las velas que portan los hermanos, pues más de un susto se llevaron al caer la llama al suelo e, incluso, quemarse algunos faroles.
Y llegó la medianoche. Zamora,
abarrotada como hacía muchísimo tiempo no se veía. La Hermandad
Penitencial del Stmo. Cristo de la Buena Muerte dejó boquiabierto a
todo el público que asistió. Otros años se agradece el calor de
las teas a consecuencia del frío, pero este 2015 no fue necesario,
el buen tiempo acompañaba. La abundancia de fotógrafos se notó en
sus 40 años de su fundación.
Los días avanzan y ya estamos en Martes Santo. Por primera vez desfilaron mujeres en la Cofradía de Jesús del Vía Crucis. Procesión en la que, por cierto, llegó a su final un poco más pronto de lo habitual que en otros años. Jesús, de nuevo en su hogar en la Iglesia de San Frontis. María, en el Convento de Cabañales, descansando para volver a salir dos días después.
A medianoche, la Hermandad Penitencial de las Siete Palabras puso rumbo a la Plaza de Viriato para realizar el acto de las Siete Palabras. Un acto en el que no pudimos oír el cántico que se llevaba haciendo en años anteriores porque, parece ser, no acababa de cuajar en el rezo. El recorrido fue bastante más corto que el del año pasado, habiendo terminado la procesión alrededor de las 2 de la madrugada.
Nos acercamos al ecuador de la Semana Santa. Es Miércoles Santo y los días fuertes han llegado. La ciudad se tiñe por la tarde de rojo y blanco para recibir al Cristo de las Injurias. La procesión transcurrió con toda normalidad y el dato más característico fue que la alcaldesa, Rosa Valdeón, pronunció su último juramento.
Impresionante cómo estaban las calles del Casco Antiguo de Zamora durante la noche. No había salido aún a la calle la Hermandad de Penitencia y las filas ya habían hecho el recorrido entero del desfile. Así pues, las Capas Pardas salieron de San Claudio de Olivares a las 12 de la noche y la mayoría del público que la vió salir, realmente estaban guardando sitio para poder escuchar en primera fila el Miserere Alistano a eso de las 2 de la madrugada.
Textos y vídeos: Óscar Antón
Fotos: Débora González
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