La tranquilidad se deja caer por fín.
Los días grandes han pasado, pero aún quedan dos días para que
finalice la Semana Santa.
Después de un día sin prisas, a las 20:00 de la tarde salía de San Juan, el Sábado Santo, la procesión de la Virgen de la Soledad. María, aunque parece que camina sola, realmente todos los zamoranos están con ella, ya sea procesionando o desde la acera. Las calles céntricas de la ciudad están tan repletas de fieles seguidores, que no entra ni un alfiler.
Después de un día sin prisas, a las 20:00 de la tarde salía de San Juan, el Sábado Santo, la procesión de la Virgen de la Soledad. María, aunque parece que camina sola, realmente todos los zamoranos están con ella, ya sea procesionando o desde la acera. Las calles céntricas de la ciudad están tan repletas de fieles seguidores, que no entra ni un alfiler.
Todo llega a su fín con el Domingo de
Resurrección. Jesús, resucitado, sale de la Iglesia de la Horta y
camina por las calles antiguas de Zamora, bendiciendo todo lo que
encuentra a su paso. María, que también sale de La Horta, toma otro
camino, el de la zona más moderna de Zamora. Mientras que en el
recorrido de Jesús se oyen marchas triunfantes y la dulzaina y el
tamboril, en el de María aún se oyen marchas fúnebres.
Pero cuando ambas imágenes se encuentran en la Plaza Mayor, el júbilo y alegría de los presentes es mágico. Jesús ha resucitado y María, por fín, le ha encontrado.
Pero cuando ambas imágenes se encuentran en la Plaza Mayor, el júbilo y alegría de los presentes es mágico. Jesús ha resucitado y María, por fín, le ha encontrado.
Tras la bajada por Balborraz, la
Cofradía de la Santísima Resurrección llega al templo de salida
poniendo punto final a la Semana Santa 2015. Eso sí, no sin antes
degustar el plato típico del día: el Dos y Pingada.
Textos y vídeos: Óscar Antón
Textos y vídeos: Óscar Antón
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